Ébola

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La fiebre hemorrágica viral del Ébola es una enfermedad extremadamente contagiosa que puede ser letal para el hombre.

Entre el segundo y los 21 días después de haber estado en contacto con el virus, pueden aparecer uno o varios de los siguientes síntomas:

- 38 grados o más de fiebre, o una sensación de calor en todo el cuerpo

-dolores de cabeza

-dolores en los músculos y en las articulaciones

-fatiga o falta de apetito

Algunos días más tarde, pueden aparecer estos síntomas:

-vómitos

-diarrea

-dolores de garganta

-sarpullido

-sangrado repentino

Una persona puede contagiar a otras desde el momento en que aparecen estas señales.

El virus del Ébola entra en el cuerpo por estas vías:

-la boca

-la nariz

-los ojos

-los genitales

-o por una herida en la piel

En la actualidad, no existe una cura para el Ébola, pero si un grupo de especialistas trata, sus posibilidades de sobrevivir aumentarán.

Cuando una persona enferma se cura, y una vez que ha sido dada de alta en un centro médico, no existe riesgo de que pueda contagiar a los demás, excepto a través de:

- el esperma durante los tres meses posteriores, en el caso de los hombres

- o las secreciones vaginales de las dos semanas siguientes para las mujeres.

Por esta razón, el uso de preservativos es esencial.

El virus se propaga entre las personas.

Está presente en fluidos corporales, como:

-la sangre

-la saliva

-la orina

-la leche materna

-el esperma

-el sudor

-las heces

-y los vómitos

Pero también a través de cualquier objeto que haya estado en contacto con alguno de estos fluidos.

Para prevenir el contagio del virus, evita el contacto directo con las personas que están a tu alrededor tanto como sea posible.

Si algún amigo o familiar padece alguno de los síntomas, llama de inmediato a los servicios de emergencia

y evita el contacto con los fluidos de la persona afectada.

Mientras esperas a que lleguen los médicos, designa a alguien para que vigile el estado del enfermo.

Esta persona deberá

-usar guantes

-limitar el contacto con el individuo

-y asegurarse de no llevarse las manos a la boca ni de frotarse los ojos ni la nariz.

Si has estado en contacto con los fluidos o el entorno de alguien infectado, debes lavarte las manos con agua y jabón de inmediato, o con agua con cloro.

Ten cuidado: Si la persona infectada muere, no debes tocar el cuerpo ni los objetos que se encuentran a su alrededor, ya que los fluidos corporales de un difunto son aún más contagiosos que los una persona viva.

En este caso deberás llamar de inmediato a un equipo especializado que manipulará el cuerpo de forma digna y sin riesgo de contagio.

El virus del Ébola también puede transmitirse a través de animales salvajes.

No debes tocar los fluidos de estos animales (especialmente si están muertos, ya que sus fluidos también son aun más contagiosos).

No debes comer carne procedente de estos animales, ni ningún alimento que hayan mordido, porque es posible que el virus también se haya instalado allí.

En conclusión, para combatir el Ébola debes seguir estos métodos de prevención y llamar a un equipo médico si tienes alguna duda.

La federación internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC) es la red humanitaria de voluntarios más grande del mundo.

Cada año, en colaboración con 190 Sociedades Nacionales alrededor del mundo, trabaja junto con 97 millones de personas sin hacer distinción en razón de su nacionalidad, raza, género, creencias religiosas, clases sociales u opiniones políticas.

La Cruz Roja francesa actúa en la lucha contra el Ébola. Este programa ha sido creado gracias a su trabajo junto con la asociación Sikana Educación.