En este vídeo aprenderás a guiar a un corredor invidente.
Verás que guiar a un corredor invidente o con alguna discapacidad visual es relativamente sencillo. Tan solo debes conocer algunos conceptos básicos.
¡Así, el running se convertirá en un verdadero deporte de equipo!
Primero, exploraremos dos técnicas de guía. A continuación, hablaremos de la comunicación durante la carrera y terminaremos dándote algunos consejos prácticos.
Comencemos con las técnicas de guía: en la primera utilizamos una cuerda y en la segunda agarramos el puño del corredor.
Si optas por la guía con cuerda, escoge una que mida entre 40 y 50 centímetros o una goma elástica.
Cada uno atará su puño a un extremo de la cuerda. Si usáis una goma elástica, la agarraréis al dedo corazón.
Esta técnica de guía es perfecta para correr en terreno firme, pero resulta adecuada si el terreno es inestable.
Si es el caso, opta más bien por el agarre del puño, la segunda técnica que te enseñamos.
Este método permite que el corredor-guía agarre el puño del corredor invidente. o al contrario.
El contacto directo aporta rapidez y precisión.
Te recomendamos que alternes las dos técnicas dependiendo de la anchura del sendero o carril por el que avanzáis, del tipo de terreno y de la presencia de obstáculos.
Veamos ahora algunas indicaciones para establecer una buena comunicación durante la carrera.
Comunícate con claridad con tu compañero y dale instrucciones precisas.
Comienza anunciando lo que vais a hacer y la dirección que vais a tomar. A continuación, describe el entorno en el que os encontráis.
Cuando os acerquéis a una curva, a una cuesta o a algún obstáculo, indícaselo a tu compañero.
Para atravesar lugares estrechos, disminuye la velocidad y pega tu codo a tu espalda. Tu compañero lo agarrará para guiarse y avanzar así de manera segura.
Concluímos dándote algunos consejos útiles.
En la medida de lo posible, evita terrenos inestables o con obstáculos.
Como guía, debes saber anticipar las situaciones y tomar las decisiones con antelación. Del mismo modo, tu capacidad física tiene que ser, como mínimo, igual a la de tu compañero, para que puedas adaptarte bien a su ritmo.
Por último, no olvidéis decidir el ritmo que llevaréis durante la carrera antes de poneros en marcha.
Para llegar a ser un buen guía tendrás que practicar. Sin embargo, poder compartir con tu compañero el placer de correr ¡es una gran recompensa!
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